Desglosa la enseñanza agustiniana en tres partes que profundiza en el texto: la búsqueda de la verdad (reflexión, interioridad), la construcción de comunidad (unión) y la ayuda a los demás (servir para el beneficio mutuo) que animan una pedagogía de la esperanza en medio del cambio. Explica que San Agustín no escribió una guía formal sobre la enseñanza, pero sus extensos escritos ofrecen valiosas perspectivas para los educadores.