Jorge Burgueño López [y otros]. El compromiso de la Compañía de Jesús en el quehacer universitario se expresa en el deseo de contribuir efectivamente a hacer posible una vida digna, plena, para todos y cada uno de los seres humanos, en el presente y en el futuro. Para lograr una vida digna, una vida plena, se requiere la reconciliación. Por ello, la Universidad jesuita debe ser una fuente de vida, comprometida a fondo en los procesos de reconciliación.Las experiencias y los aportes presentados en la Conferencia giraron entorno a las relaciones entre la reconciliación, la educación, los conflictos sociales y políticos y el papel de la Iglesia, sin dejar de las dimensiones multidisciplinares y espirituales. Todo esto con el fin de contribuir a la pedagogía con énfasis en reconciliación ignaciana que promulgan las universidades jesuitas. La reconciliación es una tarea que concierne a la construcción de sociedades más equitativas, las cuales avanzan en sus procesos sociales, a su ritmo, y permiten vislumbrar un futuro más esperanzador, en los terrenos de una paz genuina. En esta tarea titánica de carácter comunal, la labor de los centros universitarios no es menor y sí es decisiva en los procesoseducativos de reparación y no repetición. Estas propuestas pedagógicas permiten construir un conocimiento contextualizado de las comunidades, que se encamina a proponer soluciones reales. Las memorias de la Conferencia que aquí presentamos tienen el fin de contribuir a que las conversaciones de perdón se den y se multipliquen, de modo que la reconstrucción del tejido social deje de ser una utopía para convertirse en una posibilidad palpable. Sin más, esta Conferencia fue el resultado de esa unión por la que tanto propende la reconciliación, pues no debemos olvidar que parte del proceso para llegar a ella nace del amor y de una meta por trascender todo aquello que nos divide y que, en este caso, se hace desde unas universidades comprometidas y de la mano del legado espiritual de san Ignacio.