Descripción
                
                
                    Los jóvenes de hoy han desarrollado culturas propias que los caracterizan y los llevan a responder al mundo en el que viven con herramientas que a veces son insuficientes para enfrentar los retos profesionales y personales que se les presentan. El Modelo Educativo Jesuita, a través de la pedagogía ignaciana y la “cura personalis”, busca acompañar y dar a los estudiantes los elementos propios de la formación humanista e integral que los lleven a ser los mejores para el mundo y actuar con profesionalismo, criticidad, compromiso, pertinencia y conciencia de su entorno. En el presente artículo se promueve
la reflexión acerca de lo que caracteriza al joven estudiante de hoy y lo que se requiere
de él y de sus profesores universitarios para lograr lo que propone la educación jesuita.
Palabras clave: jóvenes, cultura, Modelo Educativo Jesuita, pedagogía ignaciana, “cura
personalis”, profesor.