Descripción
Dijo el papa Francisco que el perdón es vital para nuestra salud emocional y nuestra supervivencia espiritual, que el perdón limpia la mente, cura el alma y libera el corazón. Creo que por esto es pertinente empezar por el perdón.
La hermandad nos hace uno con el otro, con la otra, pero para comenzar una relación basada en el profundo deseo de hacer una común-unión resulta imprescindible reconocer en qué le hemos fallado al “otro-yo”. Acaso dijiste... ¿nosotras, nosotros, pedir perdón? ¿no te refieres más bien a que el otro o la otra son quienes deberían venir a pedir perdón?