Descripción
La práctica del discernimiento conoce una doble vertiente: la personal y la comunitaria. Dentro del carisma ignaciano, esta doble vertiente ha conocido diferentes acentos a través de la historia, siendo el discernimiento personal el que más se ha estudiado, enseñado y practicado. Sin embargo, el discernimiento comunitario es una realidad que, aunque sin este nombre, el mismo Ignacio practicó en la llamada “Deliberación de los primeros padres”, discernimiento comunitario en el que los primeros jesuitas decidieron cuestiones de fundamental importancia para la vida del naciente grupo apostólico. Se refiere a los pasos, criterios orientadores de la vida apostólica, sus tensiones y tentaciones.