Descripción
Mensaje-reflexión del Cardenal y Arzobispo de Buenos Aires, a los educadores de Argentina sobre el significado y valor de la tarea de educar. Propone la apertura al don de integrar pasado, presente y futuro en un servicio común. Desarrolla sobre las siguientes ideas: 1. Se asume el camino al andar: la vida es un camino y caminar es entrar en una esperanza viva que nos invita a buscar sentido y sustancia para afrontar la responsabilidad de educar. 2. Con el corazón inquieto: una inquietud que no ahogue la esperanza, que no mutile el deseo, la fantasía, la creatividad de los chicos; el educador debe saber leer la inquietud como lenguaje, enseñar a los chicos que no teman la búsqueda de la verdad, educarlos en la libertad, que entren en la esperanza y permanezcan en ella. 3. La verdad los hará libres: la búsqueda de la verdad no está en el esfuerzo por saber cosas, está en encontrar la verdad en la bondad y la belleza; no bastan los contenidos en la educación, a ellos hay que unir actitudes y procedimientos, hábitos y valoraciones. 4. Testigos de la verdad: ser testimonio es llo que unge "maestro" al educador, el testigo que desafía, anima, acompaña, deja caminar, equivocarse y aún repetir el error para crecer. 5. Caminar en la esperanza: educar es en sí mismo un acto de esperanza, una señal redentora y salvadora, tan grande es el aporte de los educadores.