Reflexiona sobre la esperanza cristiana como central en la misión del educador, a la luz de diversas fuentes, entre ellas los EE, los que además considera como la herramienta para un proceso de conversión interior en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Interior (ODI); ejemplifica con un ejercicio hipotético de evaluación docente, en perspectiva de cambio, siguiendo la guía “Un Pacto Educativo ‘Glocal’, Generador de Esperanza”, con propuestas de mejora desde el carisma ignaciano.