Por Ruth Noemí Núñez de Hoffens. El Aprendizaje Basado en Retos es una excelente oportunidad de involucrar al estudiante en problemáticas reales que están presentes en su comunidad, dándole la oportunidad de aplicar los conocimientos alcanzados al elaborar propuestas de solución, implementarlas y evaluarlas; este proceso da lugar a un verdadero aprendizaje significativo, pues consigue que el estudiante relacione los nuevos contenidos con sus propias experiencias previas, de manera que despierte su interés, active procesos profundos de pensamiento y lo mantenga motivado mientras aprende. Este enfoque es una verdadera oportunidad para construir conocimiento, para trabajar en equipos colaborativos que potencien la formulación de hipótesis y la creación de teorías que puedan ser comprobadas en un entorno donde los expertos acompañan y son críticos pero, además, facilitan las oportunidades de mejora.