La autocompasión y la compasión son términos no siempre bien interpretados y, a veces, en desuso. Sin embargo, en esta era digital que nos inunda, tenemos el gran reto de trabajar y desarrollar estos valores. Porque, en educación, nadie da lo que no posee y porque de cómo te tratas depende mucho el trato que reciben los demás de ti. Si el aprendizaje se desarrolla en torno a las relaciones humanas, hacer que estas sean mejores, más sanas y en clave de crecimiento positivo es fundamental. La compasión tiene múltiples beneficios para la autogestión personal y emocional de los alumnos y para el clima y la convivencia en un centro educativo. En la súper-era de lo digital y de la inteligencia artificial es urgente y necesario educar en lo que pasa en el interior de las personas, es urgente y necesario educar en criterios y valores.