Valdría la pena, en el contexto del año jubilar, revisar y analizar la propuesta educativa de los gobiernos, incluso ser críticos y cuestionar esos planes educativos y preguntarnos: ¿Qué tan esperanzadores son para los problemas del país? Reflexiona desde la educación recibida a su paso por el colegio y universidad jesuita señalando espacios de esperanza en la educación recibida para poder cuestionar y actuar sobre el mundo donde vivimos todos y todas. Ciertamente las instituciones jesuitas confrontan retos como el de las nuevas tecnologías, pero , ¿qué pasa con los que no tienen acceso a la electricidad o tecnología?, o ¿qué pasa con los que no tienen acceso a la educación con quienes no acceden a educación de calidad?, ¿cómo construir esperanza ahí?. Invita a mirar con esperanza hacia esa realidades para "hacernos cargar, cargar y encargarnos de la realidad” educativa en México.