La reflexión sobre la identidad de las universidades encomendadas a la Compañía de Jesús se ha extendido y profundizado en los últimos años atendiendo a la diversidad de contextos en los que se desarrolla el apostolado universitario. Uno de los modelos más conocido e inspirador es el paradigma Ledesma-Kolvenbach. Como todos los apostolados de la Compañía de Jesús, el universitario es también iluminado por las Preferencias Apostólicas Universales. Ellas señalan objetivos vitales y llamadas a la necesaria conversión personal e institucional a la que somos llamados, para realizar los objetivos de un trabajo universitario según la identidad que brota delcarisma de la Compañía de Jesús. Sin embargo, el trabajo académico está esencialmente presente en ellas y queda iluminado por ellas. En nuestra visión, la Universidad es más que una organización más o menos eficaz. La imaginamos como una auténtica comunidad apostólica o de misión. En este sentido, merece la pena explicitar y diferenciar ese carácter apostólico, reuniendo a quienes van descubriendo en su trabajo una auténtica vocación, en alguna forma, de comunidad apostólica de jesuitas y laicos trabajando juntos en la Universidad. Invito también a que se continue el trabajo de repensar la gobernanza de la Universidad en un sentido más sinodal y colegial. Se trata de superar una antigua visión que pone todas las expectativas – y una enorme carga – en la figura del rector, del que se espera afronte con éxito todos los desafíos. Por el contrario, se busca desarrollar órganos de gobierno colegiales adecuados que trabajen compenetrados con el rector y su equipo. La misión universitaria hoy en día exige de cada institución el ser actores activos y constructivos en la creación de redes en los diferentes ámbitos de la vida de la Compañía de Jesús.