El papa Francisco ha llamado al Año Santo del Jubileo que se celebrará del 24 de diciembre 2024 al 6 de enero 2026, con el lema “Peregrinos de la esperanza”. En este contexto, se celebrará el Jubileo de la Educación, desde el 30 de octubre al 2 de noviembre de 2025, con el mismo lema, porque “educar es un acto de esperanza”, como repetidas veces lo ha afirmado Francisco y le ha insistido el padre general Arturo Sosa S.J. a las instituciones educativas de la Compañía de Jesús.
El Dicasterio de Educación y Cultura, en la publicación “Un Pacto Educativo Glocal”, generador de esperanza”, ha extendido una invitación a todos los agentes educativos y sociales del mundo, a renovar el compromiso con el “Pacto Educativo Global” propuesto por Francisco, para relanzarlo desde lo glocal, como peregrinos sembradores de esperanza en un camino hacia la fraternidad universal y la cultura del encuentro, con la misión de construir un futuro mejor para todos sin que nadie quede descartado.
Para ello se ha propuesto un viaje a lo largo del año, un camino de esperanza que nos empuje a todos, en éxodo, a salir de la indiferencia y zonas de confort, de la rutina en las aulas, de la educación anclada en prácticas que no responden a los desafíos y necesidades de hoy y de mañana para, en conversión personal y comunitaria, identificar en nuestros entornos valores que hemos descuidado, lo que afecta al bien común, el deterioro humano-ambiental, etc., y así emprender un proceso de cambio inspirado en la justicia, la reconciliación y la cultura del cuidado, que nos ayude a descubrir la educación como fuente de esperanza, con mirada puesta al futuro, para aterrizar el Pacto Educativo Glocal, haciéndolo realidad. En palabras de Francisco “Mirar el futuro con esperanza también equivale a tener una visión de la vida llena de entusiasmo para compartir con los demás”.