Por Grupo de trabajo interdicasterial de la Santa Sede sobre la Ecología Integral. La denominada crisis ecológica se presenta como un momento propicio para estimular la conversión y las decisiones concretas e improrrogables. Al mismo tiempo, nos invita a un diálogo multidisciplinario y operativo a todos los niveles, desde el local al internacional. Nos pide un itinerario educativo para adquirir una formación integral de la conciencia. En la base del problema ecológico está la profunda crisis moral y cultural que afecta a nuestrassociedades, caracterizadas por un antropocentrismo individualista exasperado, que ha llevado, entre otras cosas, a alterar la relación entre los seres humanos y la naturaleza, provocando las consecuencias que actualmente podemos constatar. Para abordar seriamente las causas de esta crisis, existe la necesidad de un cambio real de rumbo, así como una conversión espiritual que conduzca a una nueva conciencia de la relación del ser humano consigo mismo, con los demás, con la sociedad, con la creación y con Dios. Esto requiere amplitud de miras, que debe materializarse en los lugares y en los espacios donde se cultiva y transmite la educación y la cultura, donde se crea conciencia, se forma la responsabilidad política, científica y económica y, en general, se llevan a cabo acciones responsables. El texto ofrece propuestas operativas en dos partes: la primera relacionada con la conversión espiritual y la educación; la segunda, con la implementación del desarrollo humano integral desde el punto de vista de la ecología integral. En las distintas secciones, contextualizan la situación, ofrecen un conjunto de buenas prácticas y sugieren algunas líneas de acción.