El desequilibrio medioambiental, con sus efectos sobre la vida de los seres humanos, sobre todo los más pobres, conmueve los corazones de quienes queremos contribuir a un mundo más justo. Las reflexiones, las historias, los temas de esta publicación ofrecen un testimonio convincente, inspirado en las Preferencias Apostólicas Universales, del compromiso de la Compañía de Jesús en todo el mundo con los esfuerzos de recuperar el equilibrio ambiental. Contribuir al cuidado de la casa común es, al mismo tiempo, un compromiso con las personas marginadas, cuyas condiciones de vida son afectadas por un medio ambiente degradado. Es oportunidad para acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador. Más aún, yendo a lo fundamental, cuidar la casa común es una forma efectiva de mostrar el camino al encuentro con Dios-Padre, creador del universo, que hace salir su sol y caer su lluvia sobre todos los seres creados. Queremos seguir el ejemplo del Papa Francisco. Inspirado en su compromiso con el Evangelio, en su encíclica Laudato si’, hizo un llamamiento, oído en todas partes del mundo y por todas las personas de buena voluntad, a escuchar el grito de la tierra. La Compañía de Jesús, invitada a renovar su vida espiritual y apostólica, quiere encontrar en la Buena Noticia de Jesucristo, la fuerza para aumentar su colaboración en el cuidado de la casa común.