Del 24 al 28 de junio de 2024, 106 miembros de la Red Global Jesuita de Colegios (RGJC) se reunieron en el Kolese De Britto (De Britto College), en Yogyakarta, Indonesia, para explorar qué significa Educar para la Fe en el siglo XXI en los colegios de la Compañía de Jesús hoy. A ellos se unieron cientos de colegas, en representación de los colegios de la RGJC de todo el mundo, a través de las redes sociales y la transmisión en vivo organizada por Educate Magis. Una experiencia virtual de pre-Seminario, patrocinada por la RGJC, organizada por Educate Magis, y celebrada del 1 de abril al 6 de mayo de 2024, precedió al Seminario presencial y contribuyó a su preparación y progreso con 629 participaciones.
En su discurso introductorio a los participantes reunidos en Yogyakarta, el P. General Arturo Sosa, S.J., reconoció que "nuestro mundo y también nuestros colegios son cada vez más diversos en términos de religiones y culturas". En respuesta, el P. Sosa recomendó a los colegios jesuitas "ser puentes apostólicos entre la hermosa diversidad creada por Dios y nuestra fe". Como instrumentos apostólicos de la Compañía de Jesús al servicio de la Iglesia Católica, los colegios jesuitas se comprometen a responder fiel y plenamente a esta llamada, que se concreta y desarrolla en los siguientes apartados de la declaración:
Compartir a Dios a través de la espiritualidad ignaciana. Educar para el diálogo interreligioso Formar para una fe resiliente. Educar en la fe como colegios católicos en la tradición ignaciana.Como guía, el documento ofrece esta visión para orientar los esfuerzos en marcha y los que vendrán después.
"Los colegios jesuitas educan intencionalmente en la fe católica en el siglo XXI acompañando a sus alumnos en el descubrimiento y la profundización de su identidad central—su fe resiliente— que surge de un encuentro con Dios a través de un encuentro con Jesucristo, apoyado y celebrado dentro de una comunidad de fe y guiado por adultos formados yadeptos en la espiritualidad ignaciana, en nuestra tradición católica y la vida de Jesucristo; esta identidad conlleva el diálogo con otras religiones y visiones seculares, y se implementa según el contexto y la cultura local"
Todo esto requiere que la Espiritualidad Ignaciana, la formación en la fe católica y el diálogo interreligioso (como parte de nuestra identidad católica) permanezcan intencionalmente en el centro de nuestros esfuerzos, para que alumnos, profesores, líderes, familias y juntas directivas puedan ser invitados a experimentar el poder transformador de la presencia de Dios en sus vidas y en nuestro mundo.