La Compañía de Jesús ha tomado como preferencia “mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento”. Es su manera de colaborar con la Iglesia en la proclamación del Evangelio en una sociedad secular, la cual es descrita como signo de los tiempos. En este artículo se pretende ayudar a entender la secularización como lugar de encuentro del Criador con su criatura. Para ello, recurriremos a algunas de las contribuciones al estudio del fenómeno, intentando ofrecer un contexto en el que entender esta preferencia. Los jesuitas llevan décadas intentando dar respuesta a la secularización; la novedad en este momento es que se ha ganado en conciencia de hasta dónde ha llegado la secularización: hasta nosotros mismos, como sujetos. En ese contexto, la espiritualidad ignaciana puede ser un modo de proponer el seguimiento del Señor que tiene en cuenta el modo de creer del sujeto de hoy.