Con las actividades del Plan Lector lograremos que el estudiante no se limite a reproducir el contenido transmitido por el profesor, sino que lo deconstruya, lo interiorice y que lo haga propio mediante la reflexión. Desde este punto de vista, el estudiante “refracta” el contenido y crea su propio significado en un proceso que partirá desde el contexto en que este se encuentra, con énfasis en la experiencia, la reflexión y la acción, elementos clave del Paradigma Pedagógico Ignaciano.