El texto presenta la discusión teórica de la propuesta formativa de la pedagogía ignaciana en educación superior, sello del compromiso con la espiritualidad educativa generada de la identidad, principios y valores de su fundador, Ignacio de Loyola, con el proyecto educativo común emanado de la Pedagogía Ignaciana y la propuesta pedagógica para la educación superior jesuita, en la educación de profesionales comprometidos con el país, formados en valores humanos, éticos y cristianos. ciudadanos conscientes, competentes, comprometidos y compasivos. Esta mirada cobra interés por el derecho a una educación integral de calidad. El análisis documental realizado consolida la vigencia de la propuesta formativa de la Pedagogía Ignaciana, modelo educativo pedagógico transformador en la educación superior y la apuesta de la Universidad Rafael Landívar por una educación integral de calidad. La calidad en la educación superior responde a los estándares de calidad educativa como necesidad y derecho de un cambio en la universidad del siglo XXI que establezca “las condiciones adecuadas para fomentar un aprendizaje más centrado en el estudiante y haga uso de métodos de enseñanza innovadores” (UNESCO, 1998). Para ello requiere las adaptaciones curriculares y tecnológicas, la necesidad de formación docente, y el reforzamiento de las competencias en estudiantes y docentes. El valor de las competencias pedagógicas en la docencia universitaria persigue el dominio de destrezas y habilidades específicas para el buen desempeño docente. Desde la propuesta pedagógica para la educación superior jesuita la docencia y la investigación son el centro de interés de las políticas universitarias; la investigación para la creación del conocimiento y la docencia para su diseminación. Con la pedagogía ignaciana, estas dos funciones tienen su razón de ser en el aprendizaje de los estudiantes y la labor docente en la acción educativa. Los aportes enfatizan la formación humana, la aplicación didáctica y el compromiso social. Permiten comprender y valorar la intencionalidad formativa de la pedagogía ignaciana, la integralidad de la formación, la concreción didáctica, y los procesos de investigación formativa.