La profundidad intelectual debe seguir siendo una característica importante de nuestra educación. Sabemos que en nuestro mundo polarizado con fácil acceso a la información y nuevas formas de manipulación como las noticias falsas, esta profundidad intelectual significa prepararse para el pensamiento crítico, la reflexión en profundidad, la escucha atenta y el análisis cuidadoso. En otras palabras, la profundidad intelectual debe conducir a la formación de personas exigentes que no se contenten con respuestas fáciles y rápidas, sino que sean capaces de recorrer el camino más exigente de construir conocimiento a través de un análisis y una reflexión cuidadosos.