La presentación tiene dos partes. La primera quiere unir el liderazgo a la vida de san Ignacio. La segunda define algunas áreas concretas del liderazgo ignaciano. El liderazgo ignaciano es parte de la espiritualidad ignaciana. Una espiritualidad es un modo de vida, un modo de entenderse a uno mismo, de entender y sentir a Dios, de entender a los otros, de entender el trabajo, la economía, la educación, etc. No es algo que se queda solo en lo íntimo de uno. Para presentar lo que llamamos el liderazgo ignaciano, lo mejor es conocer la vida de san Ignacio porque esta vida determina y explica las características principales de ese estilo de liderazgo. El liderazgo ignaciano tiene que ver con acompañar a otros a desarrollar una misión. Se puede desarrollar esta idea en tres características: la persona líder: Conocerse a sí mismo: punto de partida; el equipo; Construir un cuerpo: unido y servicial, sujeto y anticipo; la misión: Impulsar una misión: orientadora, vinculante y atractiva.