Por el Equipo Pastoral Nacional y la Dirección Nacional de Fe y Alegría Ecuador: César Higuera, Fátima Mejía y Carlos Vargas. La espiritualidad de Fe y Alegría es una “Espiritualidad Transformadora”, que no permanece oculta sino que se convierte en luz y horizonte, que orienta la misión, visión y accionar de nuestro Movimiento y que “como una paradoja reveladora, se fragua, construye y dona en la vida cotidiana de las personas y que, con los pies en la tierra, reconoce a Jesús de Nazareth como el camino para convivir con el otro y otra como hermano y hermana, que se traduce en la vida, en lo cotidiano, a través del amor y el servicio a los más necesitados. De seguida, se desarrollan los siguientes apartados referidos a Fe y Alegría Ecuador: lo qué orienta la misión y la pastoral desde la identidad y la espiritualidad. Una Pastoral que se Empodera…que permea las diferentes dimensiones de la escuela, generando una educación de calidad desde la praxis, la reflexión y acción sobre un mundo que clama ser transformado, que se hace cargo de la realidad que acontece en la vida del otro desde un profundo sentir comunitario. Una Pastoral para “Ser” en la escuela y en el mundo, a través de la Propuesta de Formación Humana “Corazones en Movimiento” que se articula al currículo educativo, y la apuesta por la juventud a través del Movimiento de Liderazgo Juvenil Campamentos Ecuatorianos Fe y Alegría CEFA y el Plan Formativo Integral Jóvenes en Movimiento. Además, es una Pastoral de Adultos que incide en los directivos, educadores, colaboradores y las familias. Una Pastoral Digital ante las nuevas realidades. Una pastoral que exige estar en movimiento y en una búsqueda constante de respuestas a situaciones que aún nos cuestionan, tales como: ¿cómo generar una correcta pastoral educativa de Fe y Alegría que no excluya a nadie?, ¿cómo vivir una espiritualidad ignaciana siendo un movimiento de muchas espiritualidades y carismas, y más aún, hoy que estamos en otros contextos donde la religión cristiana no es la principal?, ¿qué lenguaje es el más apropiado para hablar de nuestro credo ante credos diferentes?, ¿cómo vivir el “tanto y cuanto ignaciano” siendo que nuestro proceder parte, “según circunstancias de personas, tiempos y lugares”.