Artículo preparado por María del Pilar Sánchez Marín. Hablar sobre el Derecho Universal a la Educación de Calidad pareciera algo familiar y común en los sectores educativos; pero ¿qué indicadores serían los necesarios para identificar si la educación es equitativa en toda Latinoamérica en la actualidad?, ¿cómo reconocer si nuestra educación cuenta con los requerimientos específicos para que sea de calidad?, ¿cómo se comporta nuestra educación en el día a día? Nos enfrentamos a diferentes contextos, normativas legales y directrices de política educativa específicas en cada país; pero el abordar el tema desde principios y rasgos distintivos ignacianos, realizando aportes desde la investigación y teniendo el enfoque de la calidad como un fenómeno sistémico, nos ha llevado a un grupo de colaboradores de diferentes países de Latinoamérica (Colombia, Venezuela, Brasil y México) a preguntarnos no sólo lo anterior, sino a colaborar entre redes (AUSJAL, Fe y Alegría y FLACSI) para desarrollar proyectos teniendo como eje rector el Derecho a una Educación de Calidad.