Descripción
Estas páginas están escritas desde la perspectiva del Secretariado de Justicia Social y Ecología. En primer lugar, se detiene en el valor de la espiritualidad ignaciana en la educación que ofrecemos. A continuación desarrolla cuatro contenidos propios de las últimas Congregaciones y que deben ser incluidos en nuestro servicio educativo: un horizonte de educación de calidad para todos, que aspira a mejorar nuestras sociedades, que beneficia en particular a los últimos y que promueve el cuidado del medio ambiente. Termina proponiendo la necesidad de una visión universal sobre el mundo actual, comprehensiva de su complejidad y esperanzada, que podamos presentar a nuestros alumnos y alumnas, para fortalecer su carácter y ayudarles a tomar un compromiso.