Descripción
La sociedad moderna ha apostado por “lo
exterior”, y ha olvidado la interioridad. Todo
nos invita a vivir desde fuera. Todo nos
presiona para movernos con prisa, sin apenas
detenernos en nada ni en nadie. Vivimos casi
siempre en la corteza de la vida, en sus orillas.
Somos incapaces de sumergirnos en la
torrentera de la vida, se nos está olvidando lo
que es saborear la vida desde dentro. Para ser
humana, a nuestra vida le falta una dimensión
esencial: la interioridad. Es necesario aprender
a conocer el mundo; pero también dentro de
cada uno hay un mundo interior que
descubrir. Mirar hacia el exterior nos ha ido
vaciando de nosotros mismos.