Cuando nos adentramos en la literatura sobre la educación de la interioridad vemos una gran creatividad en estrategias enfocadas a la toma de conciencia del cuerpo, la integración de emociones y sentimientos, la introspección que abre al conocimiento de sí y la aproximación a la experiencia de Dios. En las propuestas educativas y pastorales con sello ignaciano, la escogencia de las estrategias deberían estar orientadas por el “sentir y gustar las cosas internamente”, más en particular por el “sentir y gustar a Dios”; y como consecuencia, para “en todo amar y servir”. En otras palabras, para promover la formación de “una espiritualidad encarnada”. La siguiente selección de lecturas se enmarca en este planteamiento, en línea de continuidad con los dos boletines anteriores sobre el tema de la educación de la interioridad.