Descripción
El acompañamiento espiritual, sea cual sea la manera de entenderlo, tiene que ver con lo más íntimo, personal e inviolable de las personas. Quien desempeña la tarea de acompañante sólo puede hacerlo desde la absoluta modestia de sentir que se le permite la entrada; desde la humildad de quien sabe que se le invita a participar, y sólo como acompañante, en el camino del Espíritu que recorre la persona acompañada