Descripción
Sentir y conocer las varias mociones que en el ánima se causan: Para tomar conciencia de las mociones hay que mirar atrás, recordar el camino recorrido personalmente y reconocer las mociones que hemos tenido ante distintas situaciones de nuestra propia vida. Se trata de un ejercicio que combina los elementos afectivos (sentir) con los racionales (conocer).
Buenas y malas: Clasificar e interpretar las mociones supone juzgar de dónde vienen estas mociones y hacia dónde nos llevan.
Recibir y lanzar: No es suficiente reconocer las mociones e interpretarlas. Es necesario elegir, decidir, optar..